Casi un millar de asesinados, miles de extorsionados, más de cien mil exiliados y una gran parte de la sociedad vasca amordazada por el miedo a ser señala como cómplice de no colaborar con un proyecto político de liberación de un supuesto pueblo oprimido.

ETA y un movimiento supremacista de carácter étnico y político, con la pasividad de un nacionalismo excluyente, ha provocado mucho dolor en los miles de víctimas que tienen el derecho a que no se olvide el sacrificio que padecieron de forma heroica y silenciada.

Una sociedad justa y democrática tiene la obligación legal y el deber moral de investigar a fondo de los delitos de sangre aún pendientes de esclarecer, así como el reconocimiento del sufrimiento moral que supone sentirse excluido de la sociedad por pensar de modo diferente al proyecto independentista.

La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo aprobó en el pasado mes de abril el informe sobre el tratamiento de los 379 asesinatos de ETA sin resolver y la recomendación para que estos atentados sean investigados como Crímenes de Lesa Humanidad incluso antes de 2004, por lo que se considera que no están sujetos a prescripción ni amnistía.

En un intento de hacer justicia recordando a las víctimas, pero también a los héroes que resistieron de modo pacífico, pero con coraje, al totalitarismo ideológico nos planteamos algunas de las siguientes preguntas:

¿Tuvo alguna justificación histórica, política o social el terrorismo etarra en sus diversas manifestaciones cruentas o incruentas?

¿Se ha alcanzado la paz una vez que ETA ha dejado de matar?

¿Han tenido las víctimas y sus familiares el debido reconocimiento, así como la investigación de todo tipo de delitos cometido?

¿Qué tareas pendientes quedan por hacer para el esclarecimiento de los delitos cometidos? ¿Qué le debemos como sociedad a las víctimas del terrorismo y chantaje?

¿Qué ha supuesto la aprobación reciente del Parlamento Europeo y qué consecuencias tiene en la práctica?

Para conocer esta realidad tenemos la oportunidad de dialogar con dos personas que han sufrido en sus propias carnes la violencia y la exclusión. Ambas tuvieron que abandonar el País Vasco.

Ponentes

Carlos Fernández De Casadevante

Catedrático de derecho internacional. Universidad Rey Juan Carlos

Maite Pagazaurtundua

Europarlamentaria

Pablo García Mancha (Moderador/a)

Periodista

Recogido en la prensa

«El Estado nos ha traicionado; siempre opta por los victimarios»

Fotografías del evento