Tras la muerte de Dios, proclamada por Nietzsche, y el triunfo de la razón humana que pretendió crear, por sí sola, nuevos paraísos en la tierra, la Segunda Guerra Mundial fue, probablemente, la noche más oscura de la historia de la humanidad con más de cincuenta millones de muertos.

Esa esperanza mesiánica secularizada llegó de la mano de los nacionalismos, el fascismo, el nazismo y el comunismo. El resultado fue la creación de infiernos con millones de muertos, la destrucción de países, la pérdida de libertad y la aniquilación de la condición humana en muchos colectivos. Los campos nazis de exterminio o los gulags soviéticos son una clara muestra de ello.

En medio de esa noche, hubo también innumerables luces de personas e instituciones que sacrificaron su vida o la pusieron en peligro por salvar la de otros de forma altruista. Muchos de ellos han sido reconocidos públicamente, como el caso emblemático de San Maximiliano Kolbe, quien intercambió su vida para salvar la de otro prisionero en el campo de concentración de Auschwitz o el embajador español D. Ángel Sanz-Briz, “el ángel de Budapest”, que arriesgó su vida por salvar a más de 5000 judíos del Holocausto, por lo que fue nombrado uno de los más de 28.000 “Justos entre las Naciones”.

Lo peor y lo mejor de la condición humana se dieron cita en esa época y perdura en nuestros tiempos. Por eso no conviene olvidar el pasado y tenerlo presente como lección de vida.

En este comienzo de año se conmemora los casi ochenta años de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz (27 de enero de 1945). De igual manera, el pasado mes de septiembre se conmemoró el 80 Aniversario de la ocupación nazi de Italia y la redada nazi en el ghetto de Roma (16 de octubre de 1943) que supuso la deportación de mil judíos a los campos de concentración de los cuales solo sobrevivieron dieciséis. Gracias a la ayuda de la Iglesia, alentada por Pío XII, se salvaron más de cuatro mil judíos.

En esta época transcurre la novela “Una luz en la noche de Roma”, la última publicación de Jesús Sánchez Adalid, basada en hechos reales y en una exhaustiva documentación histórica en los Archivos Vaticanos, en el Archivo Central del Estado Italiano, la Shoah Foundation Institute Steven Spielberg y los Archivos de Yad Vashem , que contiene la colección más grande del mundo sobre el Holocausto.

Por similitud con el título de la novela queremos encender una luz, mediante la conversación con el autor, para conocer la época histórica que nos narra y clarificar algunos tópicos como los que afectan a Pío XII, cuyo reconocimiento en favor de la paz y los judíos han sido cuestionados por algunos historiadores. Los documentos recientemente hechos públicos por parte del Vaticano recuperan su lucha por la paz y el coraje por la defensa y protección de los colectivos más indefensos.

Conoceremos y profundizaremos en esta época:

• ¿Cómo fueron posibles los totalitarismos en pleno siglo XX?
• ¿Cuál era la situación de los judíos en Italia?
• ¿Le faltó contundencia a Pío XII para condenar el nazismo?
• ¿Cuál fue el papel de la Iglesia en esa época?

Ponentes

Jesús Sánchez Adalid

Licenciado en Derecho, Filosofía y Teología. Juez durante dos años, sacerdote y escritor. Ha publicado, entre otras, las siguientes novelas: El mozárabe; Los baños del pozo azul; Las armas de la luz; Y de repente, Teresa; Treinta doblones de oro; Alcazaba; La luz del Oriente; El alma de la ciudad; En compañía del sol y la trilogía: El caballero de Alcántara, La sublime puerta y El cautivo. Su obra más reciente es Una luz en la noche de Roma.

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