Menos es más

Menos es más

La crisis económica es una realidad que ha explicitado, no sólo la pobreza económica de muchos, incluso de ciertas clases medias que jamás sospecharon que les afectaría, sino también la pobreza moral e intelectual que anida en nosotros. Pero también ha puesto de manifiesto la solidaridad de las familias, de la Iglesia, de algunas ONG etc. Cuando falla el Estado de Bienestar, el Mercado y otros mitos, queda aún la respuesta generosa de lo mejor de la condición humana.

Vivimos una época pródiga en recursos: las zonas comerciales, la oferta de miles de productos a precios ridículos, cuyo coste humano preferimos desconocer, los excesos alimenticios, las modas efímeras, la obsolescencia programada de los instrumentos… todo lleva a un vértigo incesante del consumismo. Las campañas publicitarias, la frivolidad del pensamiento, la debilidad de la voluntad y el individualismo feroz se ha instalado en muchos de nuestros comportamientos y hábitos de consumo a la vez que son muchos los que pasan necesidad.

Alguien señaló con acierto que “gastamos el dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente que, en el fondo, no queremos.”

Urge por tanto una reflexión sobre las causas morales y económicas del consumismo desenfrenado que explica algunos de los males que aquejan nuestra sociedad. Está claro que por respeto a nosotros mismos, a los demás y a un mundo limitado en recursos, no todo lo que legalmente consumismo es ético.

Mediante esta actividad queremos, en primer lugar, informar sobre la economía actual basada en el consumismo, lo razonable y los excesos, lo justo y lo injusto, y más allá de ello, lo que es moral en un mundo solidario donde los recursos son escasos y su reparto con frecuencia injusto.

Queremos, en segundo lugar analizar, qué grado de responsabilidad tenemos en estos desequilibrios: pensamos en lo global, pero queremos actual en lo local y personal. Fiel a una de nuestros compromisos estamos convencidos de que otro mundo mejor es posible si cada uno de nosotros se esfuerza por conseguirlo. Como en el viejo adagio: “Si cada chino barre su puerta, la calle estará limpia”.

Algunos interrogantes que nos planteamos:

  • ¿Es la incitación al consumo un impulso orquestado y dirigido por las grandes compañías?
  • ¿Es sostenible el nivel del consumo al que estamos sometiendo al planeta?
  • ¿Está justificado la producción a bajos precios en una parte del mundo y el consumo desmesurado en nuestra sociedad occidental?
  • ¿Conocemos el nivel de desperdicio de esos excesos?
  • ¿Es la sociedad española suficientemente generosa?
  • ¿Es consciente del consumo responsable y de la propia autolimitación?
  • ¿Somos conscientes de la dependencia psicológica que genera el consumo?
  • ¿Se produce una explotación laboral de los emergentes para mantener el consumismo?
  • ¿Es posible unificar, o al menos reducir las tremendas diferencias salariales en el mundo?

Ponentes


Fernando Gómez-Bezares

Catedrático de Economía. Universidad de Deusto.

José Manuel Pascual Salcedo

Presidente del Banco de Alimentos en La Rioja

Pilar Santaolalla Montoya (Moderador/a)

Directora Regional de Onda Cero. La Rioja