Lorent Saleh

Lorent Saleh

Lorent Enrique Gómez Saleh es un activista por los Derechos Humanos venezolano, presidente fundador de la ONG “Operación Libertad Internacional”, vicepresidente del Human Rights Institute de la World Jurist Association y galardonado por el Parlamento Europeo con el Premio Sájarov 2017 a la Libertad de Conciencia.

A partir del año 2007, al convertirse en dirigente estudiantil de la Universidad Alejandro Humboldt, participó en la organización de protestas en denuncia de estas violaciones a los derechos humanos, exigiendo que fuesen respetados y garantizados. Como uno de los representantes del Movimiento Estudiantil logró visibilizar el deterioro del Estado de Derecho en el país, señalando siempre directamente en sus pronunciamientos que la negligencia de funcionarios públicos y gobernantes era la causa de esto.

A lo largo de su activismo, Lorent emprendió una importante lucha pacífica por la liberación de presos políticos y por el respeto a la libertad de conciencia. En el año 2011, inicia oficialmente, junto a activistas de toda Venezuela y otros países, la organización no gubernamental “Operación Libertad”, establecida para la defensa de los derechos humanos, las libertades ciudadanas y la democracia. La primera acción de la organización fue una huelga de hambre de 23 días a nivel nacional, iniciada frente la sede de la OEA en Caracas en el mes de febrero, en la que se exigía la libertad de los presos políticos del momento. La huelga, dirigida por Lorent, logró una mediación efectiva con miembros del gobierno nacional que resultó en la liberación de al menos 11 presos políticos, entre los que se encontraban diputados y militares opositores, y la atención médica y beneficio para muchos otros.

Estas acciones se extenderían durante meses en distintos lugares del territorio nacional, siendo emblemáticas las actuaciones políticas, jurídicas y de protesta pacífica en el estado Bolívar que lograron también la liberación del dirigente sindical de las industrias básicas de Guayana, Rubén González, del dirigente minero William Saud y del exalcalde Carlos Chancellor, injustamente encarcelados por adversar las políticas y atropellos gubernamentales en Guayana. Otro ámbito que abarca el activismo de Lorent Saleh es la participación directa que tuvo, a lo largo de su juventud, en la defensa de las condiciones electorales y en la organización de campañas y propuestas de gobierno entre los años 2007 y 2013.

En cuanto a su trabajo internacional, en el año 2008 realizó su primer viaje a varios países en Centroamérica con el objetivo de denunciar ante la inconstitucionalidad de numerosas leyes aprobadas por el presidente Hugo Chávez a través de ley Habilitante, y el financiamiento que proporcionaba el Estado venezolano, con fondos públicos, a grupos desestabilizadores de extrema izquierda en toda América Latina.

En mayo del año 2013 viaja a la ciudad de Tegucigalpa, Honduras, para participar en la Asamblea General de la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (Redlad). También asistió, en el mes de junio, a la XLIII Asamblea General de la Organización de Estados Americanos en Guatemala, en donde presentó informes sobre torturas y persecución estatal contra jóvenes y estudiantes venezolanos opositores y denuncias y evidencias de las irregularidades ocurridas en el proceso electoral presidencial Capriles-Maduro de ese mismo año.

De igual modo, alertó sobre el riesgo que significaba para la seguridad de la región las relaciones entre el gobierno nacional, movimientos irregulares colombianos y organizaciones extremistas en Centroamérica. En esta asamblea protagonizó una fuerte discusión con el representante de Venezuela ante este organismo, Roy Chaderton, luego de que lo acusara de trabajar para el Mossad y la CIA por presentar informes. De igual manera, sus denuncias produjeron un recrudecimiento en la persecución en su contra al regresar al país.

Por sus distintas actividades en defensa de los derechos humanos fue detenido arbitrariamente en distintas ocasiones sin orden de captura, retenido ilegalmente en aeropuertos y despojado de su pasaporte. También fue injustamente acusado por delitos como “difusión de información falsa”, “asociación para delinquir”, entre otros, siendo liberado en todas las ocasiones bajo medidas cautelares. Además, fue torturado físicamente por funcionarios policiales y de inteligencia nacional mientras se encontraba en actos de protesta o actividades afines a su activismo.

En el año 2013 fue amenazado públicamente por Diosdado Cabello, en su programa “El Mazo Dando”, mientras se encontraba en un viaje a Bogotá, Colombia. Cabello amenazó con encarcelarlo si volvía al país, y lo acusó de estar reunido con “paramilitares de la derecha colombiana” conspirando contra el gobierno de Venezuela. Por tal motivo, decidió radicarse entre Colombia y Costa Rica desde julio de 2013.

A mediados del año 2013, Lorent entró en un período de exilio forzoso al verse obligado a salir de Venezuela debido a la persecución política en su contra. Durante esta etapa vivió entre Costa Rica y Colombia, desde donde continuó trabajando en la documentación de violaciones a los derechos humanos, el acompañamiento a presos políticos en Colombia y en la realización de ponencias sobre las víctimas venezolanas del terrorismo de las FARC en los partidos políticos “Conservador” y “Centro Democrático”.

Lorent Saleh

Además impulsó, junto a jóvenes latinoamericanos, una campaña para impedir la salida efectiva de Venezuela del Sistema Interamericano de Justicia, el cual había sido denunciado por el expresidente Hugo Chávez. A pesar de todos los esfuerzos realizados por activistas y organizaciones, finalmente el día 10 de septiembre de 2013 Venezuela deja de ser parte de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, día en el que Lorent organizó una vigilia en las puertas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en San José de Costa Rica, junto a activistas de Operación Libertad, como llamado de consciencia a la comunidad internacional sobre la situación en Venezuela.

En febrero de 2014, al iniciarse la jornada de protestas en Venezuela de ese año, hizo una campaña internacional en denuncia de las violaciones de derechos humanos contra estudiantes y manifestantes pacíficos en las protestas. Desde Costa Rica, hizo estas denuncias ante el Congreso, el Nuncio Apostólico y el Premio Nobel de la Paz Óscar Arias, logrando distintos pronunciamientos. Luego se trasladó a Colombia a finales de febrero, donde realizó denuncias ante el Congreso e instó ante varios medios de comunicación al Presidente Santos a pronunciarse contra la cruel represión de Nicolás Maduro.

El 4 de septiembre de 2014 fue detenido arbitrariamente por funcionarios de migración Colombia y de la policía nacional, sin orden de captura, sin ser informado en ningún momento la razón de su detención ni a dónde sería llevado. Tampoco se le garantizó asistencia de un abogado en ningún momento, preparación de una defensa jurídica ante un tribunal ni se le permitió comunicación con sus familiares. Por ser un perseguido político en Venezuela, Lorent estaba bajo protección del artículo 3 de la Convención contra la Tortura y otros Tratos Crueles e Inhumanos, el cual establece que “Ningún Estado Parte procederá a la expulsión, devolución o extradición de una persona a otro Estado cuando haya razones fundadas para creer que estaría en peligro de ser sometida a tortura”.

Durante 4 años y 1 mes fue prisionero político del régimen de Nicolás Maduro y estuvo bajo la custodia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional SEBIN, sin que se le haya iniciado siquiera un juicio por la falta de pruebas en su contra. Durante todo ese tiempo fue víctima de graves torturas físicas y psicológicas, como tortura blanca en un lugar denominado “La Tumba” por sus condiciones inhumanas: un sótano a 15mts bajo tierra completamente aislado, frío y con iluminación blanca intensa artificial, totalmente vigilado con cámaras y micrófonos, en donde sufrió amenazas y chantajes para hacer declaraciones falsas contra dirigentes opositores a Maduro nacionales e internacionales. En este lugar estuvo recluido durante 2 años y 2 meses, para luego ser trasladado a la sede del SEBIN Helicoide, donde estuvo hasta el día de su liberación, y en donde en varias ocasiones fue víctima de torturas físicas.

Durante todo el tiempo de su reclusión padeció graves problemas de salud sin que nunca se le garantizara atención médica oportuna, sin importar que contaba con una medida cautelar de protección de la CIDH desde marzo de 2015. De igual manera, el grupo de trabajo de Detenciones Arbitrarias de la ONU dictaminó que su detención fue arbitraria y motivada a razones políticas, y que los Estados de Venezuela y Colombia eran responsables de graves violaciones de derechos humanos en su contra.

El 12 de octubre de 2018, luego de fuertes presiones internacionales por parte de varios organismos como la Unión Europea, la ONU, OEA, Human Rights Watch, entre otros, es finalmente liberado y entregado al gobierno de España en un exilio forzado. Actualmente reside en la ciudad de Madrid, desde donde continúa su lucha por la defensa de los Derechos Humanos, la Democracia y la Libertad de Venezuela.