La sociedad española y europea demanda con una creciente intensidad una regeneración política como respuesta ante la profunda crisis padecida y se muestra cada vez más intolerante con los comportamientos de falta de ejemplaridad pública.

Cada vez hay una mayor inquietud ante la ausencia de modelos que sirvan como referencia y paralelamente la creciente presencia de la tecnología en las relaciones humanas permite una interacción y capacidad de incidencia del ciudadano en la esfera pública sin precedentes en la historia.

Se mezclan sentimientos de euforia al descubrir una nueva época con diferentes paradigmas y con la posibilidad de incrementar nuestro conocimiento de la naturaleza y del mundo, con otros de miedo e inseguridad ante riesgos como el terrorismo internacional, la falta de privacidad en internet, o la profunda transformación de la economía y del mundo del empleo.

Por otra parte, cabe preguntarse si los valores que han sustentado la civilización occidental han de ser cambiados o reinterpretados para responder a los nuevos desafíos humanos. En este contexto, surgen también modelos éticos y políticos aparentemente alternativos o novedosos que, en cuanto son puestos en práctica, evidencian en muchas ocasiones que son tan atractivos en apariencia como ineficaces en su aplicación y generadores de más problemas que los que pretenden solventar.

España no escapa a estos grandes retos y aporta además sus particularidades positivas y negativas, en un escenario que nos atreveríamos a calificar de urgente. Por un lado, el espíritu de refundación que presidió la Transición de los años 70, con sus cimientos de reconciliación y consenso, es puesto en cuestión por importantes sectores sociales, los cuales apoyados en los defectos observados en 40 años en nuestro sistema político, plantean abiertamente su sustitución por otro orden que no termina de detallarse a pesar de la gran importancia del tema tratado.

• ¿Es posible una salida a la actual coyuntura política sin hacer tabla rasa de lo existente en Europa y en España?
• ¿Estamos a tiempo de afianzar nuestra convivencia sin recurrir a extremismos y cimentándonos en los valores que han sustentado nuestro sistema político en los últimos cuarenta años?
• ¿Cuáles han sido los mayores defectos y sus causas en estas cuatro décadas de democracia española? ¿Cómo transmitir la antorcha encendida de los valores a las nuevas generaciones? ¿Es siempre necesario destruir para purificar el orden establecido o caben soluciones más equilibradas?

Ponentes

Ana Lumbreras (Moderador/a)

Delegada Agencia EFE en La Rioja

Jaime Mayor Oreja

Político. Ha sido diputado en el Congreso, ministro de Interior y eurodiputado entre otros cargos.

Fotografías del evento