La encrucijada política
Un aire de sospecha y corrupción sopla desde años en el ambiente político. Más allá de los casos de corrupción personal, hay demasiados síntomas de que la estructura de los partidos políticos clásicos, de su forma de financiación, de funcionamiento y de encauzar el sentir de la sociedad necesita una reforma profunda.
Pero el diagnóstico de los problemas no es más que una parte de la solución, hace falta propuestas serias, constructivas, razonadas y participativas que den nuevo vigor a la democracia en general y a las formas de participación y de gestión en particular.
Tan problemático sería desconocer los errores que se han cometido, como hacer una condena general al sistema, a los partidos y a las personas que han participado en estas últimas décadas en política y que coincide a la vez con la época más larga de estabilidad política democrática y de desarrollo social y económico.
Por ello nos encontramos en una verdadera encrucijada de la política. En algún momento nos desviamos del camino, y con frecuencia nos acosan señuelos peligrosos, cantos de sirena que tienen más consistencia en la crítica a los defectos cometidos que en las propuestas de solución para mejorar el futuro.
Como el propio conferenciante indica: “En España, los populismos como subproducto de la crisis tienen, como Jano, dos caras, la del “milagro comunista” (Podemos) y la del “milagro separatista” (el del golpismo catalán). Este último milagro comenzó a tomar cuerpo –y no por casualidad- cuando la crisis empezó a mostrar sus garras…”.
Pero la crisis de la política, no es un fenómeno exclusivamente español, se podría decir que en cierta medida es la crisis de la democracia occidental, o, al menos, de los partidos tradicionales, tiene una dimensión europea. De nuevo citamos al conferenciante: “Un fantasma vuelve a recorrer Europa y es, otra vez, el populismo que se ha instalado desde la Finlandia de los Verdaderos Finlandeses a la Dinamarca del Partido Popular Danés (PPD). La Holanda del Partido por la Libertad (VVD), la Francia del Frente Nacional de Marine Le Pen, la Inglaterra del triunfo del Brexit y, lo peor de todo, los EE.UU. de Donald Trump”.
Hay motivos suficientes para estar preocupados puesto que la política nos afecta a todos y de ella somos responsables todos, en la medida que como ciudadanos, todos somos políticos, según Aristóteles. Por ello, necesitamos para comprender la situación actual plantearnos algunos de los interrogantes siguientes:
- ¿Crisis de los políticos, o de los partidos?
- ¿Es una crisis provocada por factores externos: la economía, la emigración, los integrismos o por los excesos cometidos por el modo de ejercer la democracia?
- ¿Qué peligros acechan en estos momentos de encrucijada?
- ¿Qué propuestas razonables y constructivas serían deseables?
Celebrado el jueves, 11 de mayo de 2017, en Centro Fundación Cajarioja – Bankia
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Ignacio Argandoña (Moderador/a)
Director de Rioja2
Joaquín Leguina
Político y escritor. Exdiputado y expresidente de la Comunidad de Madrid